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API

Podriamos calificar el concepto API como el “entre bastidores” de todo lo que pasa en internet. Es el sistema que permite que todas las acciones que realizamos online estén conectadas.
API proviene del concepto inglés «Application Programming Interface» (interfaz de programación de aplicaciones). Una API permite conectar varias aplicaciones entre sí y usarlas para un fin concreto que necesitemos llevar a cabo.

Ejemplo práctico:

Para que te hagas una idea rápida de lo que estamos hablando, imagínate que vas a un restaurante a cenar. Cuando llegas, únicamente debes preocuparte de pedir y esperar a que llegue tu comida mientras un camarero toma nota, y cuando la comida está hecha te la trae. Tú no te preocupas de que los platos salgan a tiempo, la bebida esté fría, etc. El camarero está trabajando para que no tengas que preocuparte de todo el proceso hasta que tu plato llega a la mesa.  Este ejemplo se puede extrapolar exactamente igual al concepto de API, que gracias a su sistema de procesos internos, permite que se conecten aplicaciones, programas de software, y compartan datos entre ellos sin tener que preocuparse de la complejidad de las acciones.

Funcionalidades de una API:

  1. Tener acceso a fuentes de datos: Apple por ejemplo, usa la API de “The Weather Channel” para proporcionarte información sobre el tiempo. De esta manera, no se tiene que preocupar de poner termómetros y sensores por todos lados que midan la temperatura y predigan el tiempo.
  2. Esconder la complejidad: hacen que el usuario o el creador de la aplicación no tenga que ver todo lo que pasa para que las acciones que hace se lleven a cabo.
  3. Seguridad: como todo está centralizado, tu teléfono puede avisarte, por ejemplo, de cuando una app quiere acceder a tu localización. De esta forma, tu puedes decidir si quieres que la aplicación utilice esa información tuya. Cada vez que se te pide permiso, sabes que una app está utilizando el sistema API para acceder a esos datos.
 

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